Llegaste como por ejemplo
de día
y los dioses guardaban sus tiendas
astrales
y sus lociones de copal
Para recibir a la noche
Llegaste como por ejemplo en abril
y caíste sobre mis raíces
a brotar sobre la tierra fértil
Tu fruto inagotable
al tiempo que el venado
danzaba alrededor de la fogata
quemando bajo cielo
nuestros corazones
Llegaste como por ejemplo
de madrugada
y en lo remoto descendian los nardos
sobre las ceibas extremecidas
que ladeaban vertiginosamente
al paso del viento enfurecido
y ante el embate de la escarcha
y la celeste apertura de la aurora
Y llegaste como por ejemplo amaneciendo
y el mar rugió como rugen los corazones
y la danza cesó como cesa
el vuelo de las águilas
y no hubo mas lagrima bien merecida
y no hubo más dolor que acongojara
solo un mar turquesa y cristalino
¡Vasto espejo de nuestros rostros en la noche!.
Poema del reverdecimiento
viernes, 11 de diciembre de 2009
Publicado por José Antonio Iñiguez Narváez en 18:29
Etiquetas: José Antonio Iñiguez
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