Es terrible que te despiertes
a veces
en la fría madrugada
y lo primero que veas
al abrir los ojos
sea un maldito reloj
que siempre atosiga
con su tic-tac repetitivo
sin embargo
es más terrible aún
cuando te diriges a tu jodido trabajo
y quisieras dormir
de nueva cuenta
por horas y por meses enteros
y olvidarte de la urbe y de la gresca
pero el tiempo
te dice un No rotundo
mientras socava la fosa
de tu sepelio.
Oficinista
miércoles, 20 de enero de 2010
Publicado por José Antonio Iñiguez Narváez en 7:30
Etiquetas: José Antonio Iñiguez
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