Esfinge

jueves, 4 de febrero de 2010

…Y ahí estuve siempre, esperándote -como el que espera la muerte- al pie de mi ventana,
ahí estuve contemplando en cada alborada el descenso del último vuelo de la aurora

y ahí estuve viendo como la palmera se corroía al paso feroz del viento enardecido

ahí estuve…como una estatua de sal que el dedo de dios petrificó

como un vil ciego que no da paso alguno sin antes esperar su lazarillo

Estuve ahí y no cese jamás de contemplar la huida apacible de las golondrinas

ni me cansé jamás de ver el trayecto burdo del cangrejo

ni sacié nunca de andar en pos de los álgidos oleajes que batían sus garras inmunes en la costa añeja de mis soledades.

Y Estuve ahí…varado al pie de mi ventana
noche tras noche obstinadamente
esperando no se qué capricho
deshilvanado no se que de tu recuerdo

y ahí estuve siempre… pero nunca llegaste, sirena,
no llegaste a rescatar –como tus mariposas-
el suspiro postrero,

y es ahora una esfinge aquel que acalla al pie de la ventana
…es aquel que escribe esto frente a la mar
con una esperanza firme pero adolorida

…como quien ve llover y al mismo tiempo
mira sus penas caer sobre el oleaje.

2 comentarios:

Gerardo dijo...

"como el que epsera la muerte", qué bella imagen para darle fuerza a la abertura del texto, me gustó bastante. El poema en sí es muy bello, mi buen José. Me agrada mucho tu estilo.

Estudio Letras Españolas en la Facultad de Filosofía y letras de la Uach.

Diana Ferreyra dijo...

publica el poema que quieras, Toñito ^^

Oye, y qué pasó, ia te dieron resultados?

Un abrazo :)